Poemario de una vida

martes, 29 de mayo de 2018

Estático

Los ácaros son mis mejores amigos
y algunos pájaros que volaron
con Susana.

El nogal me ha prestado sus ramas
para curar la soledad,
siembro nostalgias
y libero los vientos.

Nadie sabe llorar
ya se secaron los ríos,
en las cuevas no vive la lluvia...
esa que empapa la comisura de tus labios
cuando eras niña.

Despierto.

Todo aparenta rezumar la sal
pero nada se mueve en el horizonte.

© Miguel Ángel Flórez Rubio 

sábado, 26 de mayo de 2018

En las veredas del mar

Alta mar de Luis Cebrian
En las veredas del mar
reciclan mis ojos las lágrimas.
Vagan sin sueños las olas,
en volandas rellenan los huecos
acariciando las orillas.

En las veredas del mar
ribetes de espuma llevan tu nombre.
No sabe la luz de pérdidas,
viene a tañer las almas
encontradas en el mismo tono.

En las veredas del mar
la luna inunda asperezas.
Níveo resplandece el fuego,
abarca el clamor de un amor
en ascuas fragmentado.

En las veredas del mar
suben al aire aromas de tierra.
Licua su esencia la noche,
de sombras se llena mi boca
y bebo su dulce néctar. 

En las veredas del mar
navegan pájaros solitarios.
Surgen gotas milenarias,
rocío sin mácula en tela de araña
rompiendo el olvido.

En las veredas del mar
duerme la diosa anónima.
Bendice y riega mis pretéritos,
los futuros se esparcen
abriendo caminos.

En las veredas del mar
habito cuando soy uno en todo.
Fluye la vida sin esfuerzo,
anidando las semillas
en la cuna del tiempo.

© Miguel Ángel Flórez Rubio