Ya es un clamor
en mi mente prisionero,
en busca de tu paradero
escapa de su captor.
Viene y va en derredor
buscando el amor verdadero,
sin descanso, con esmero,
motivado por tu candor.
Con arrojo, con valor,
encendido y aventurero,
recorre el mundo entero
entregado y soñador.
Si al fin halla tu corazón,
ardiente y sincero
lanzará sus besos certeros
como flechas de amor.
Poemario de una vida
sábado, 30 de marzo de 2013
lunes, 18 de marzo de 2013
Encontrarse
Se buscaban ávidamente
y en la muerte se encontraron
pálidas, hinchadas, fétidas...
Reconocerse en un segundo
y expirar al unísono
sin ser, sin hablar, mirándose...
¡Prended ahora los inciensos!
¡Tomad los cuerpos y quemadlos!,
pero sin fuego, sin calor,
será su ígneo dolor
la pira funeraria esperada,
sin testigos ni oferentes.
Solos. Como sus propias vidas.
Simples y torturados
por los mismos sentimientos,
por las mismas gentes,
por el mismo Amor.
y en la muerte se encontraron
pálidas, hinchadas, fétidas...
Reconocerse en un segundo
y expirar al unísono
sin ser, sin hablar, mirándose...
¡Prended ahora los inciensos!
¡Tomad los cuerpos y quemadlos!,
pero sin fuego, sin calor,
será su ígneo dolor
la pira funeraria esperada,
sin testigos ni oferentes.
Solos. Como sus propias vidas.
Simples y torturados
por los mismos sentimientos,
por las mismas gentes,
por el mismo Amor.
martes, 12 de marzo de 2013
Perdido
Perder es mi sino
sin montes que mirar,
ni puerto donde arribar
también pierdo mi destino.
En tus ojos me desvivo
sin poderlos amar,
son tus lágrimas un mar
que anega mi camino.
Sin fuerzas, sin motivos,
tiemblo, reblo al traspasar
de mi infierno el umbral
para no estar más contigo.
Se congelan mis sentidos,
ya no van a llegar
más tus besos al lagar
donde madura mi mejor vino.
Si mi recuerdo está en ti vivo
dime en qué lugar
de tu mente fue a vagar
para rescatarlo del olvido.
sin montes que mirar,
ni puerto donde arribar
también pierdo mi destino.
En tus ojos me desvivo
sin poderlos amar,
son tus lágrimas un mar
que anega mi camino.
Sin fuerzas, sin motivos,
tiemblo, reblo al traspasar
de mi infierno el umbral
para no estar más contigo.
Se congelan mis sentidos,
ya no van a llegar
más tus besos al lagar
donde madura mi mejor vino.
Si mi recuerdo está en ti vivo
dime en qué lugar
de tu mente fue a vagar
para rescatarlo del olvido.
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