las finas hebras del recuerdo
y guárdalas ordenadas
en el álbum de momentos.
Ponle marcas a las páginas
con sus cálidos besos,
con flores de retama
y con el sabor de su cuerpo.
Luego consume despacio
mezclado con vino su veneno,
almizclado y denso,
y vente conmigo al Infierno
a olvidar sus ausencias
y matar su recuerdo...
¡Cuántos sinsabores, señor poeta!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Saludos.
Gracias, feliz que te haya gustado.
EliminarEso sería lo ideal, pero es tan difícil decidirse...
ResponderEliminarSaludos
Las ausencias son recuerdos difícil de vencer, creo que hasta imposible.
ResponderEliminarMe ha gustado tu blog, volveré.
Un abrazo